JuanCa Ayala «Capitanich no entiende que estan los mismos que llevaron a la victoria a Milei y Zdero en Chaco»

El fragmento citado, atribuido a Juan Carlos Ayala, representa una severa crítica a la gestión de Jorge Capitanich y plantea interrogantes cruciales sobre el rumbo del peronismo en la provincia de Chaco. Más allá de la retórica y el tono confrontativo, la declaración expone una serie de problemas que resuenan con las inquietudes de muchos ciudadanos y militantes políticos: la desconexión entre la clase dirigente y las necesidades de la gente, la opacidad en el manejo de los fondos públicos, la falta de una visión estratégica para el desarrollo económico y la erosión de la confianza en el liderazgo peronista.

Ayala articula su descontento con una acusación directa: aquellos que más contribuyeron a la victoria de Milei y Zdero en Chaco son precisamente los que, durante su gestión, priorizaron sus intereses particulares y se olvidaron de atender las demandas de la población. Esta acusación, de ser cierta, señalaría una profunda crisis de legitimidad y una preocupante disociación entre el discurso oficial y la práctica política. La idea de que funcionarios se dedicaron a «hacer negocio» en lugar de servir al pueblo es una acusación grave que socava la confianza en las instituciones y alimenta el desencanto ciudadano.

La crítica no se limita a la gestión pasada, sino que también se extiende a la estrategia política actual de Capitanich. Ayala denuncia la «alianza» con figuras con «problemas judiciales» como un acto de «complicidad» y una estrategia desesperada para mantener el poder a través de acuerdos económicos cuestionables. Esta asociación, según Ayala, dificulta la recuperación de la confianza del electorado y perpetúa una imagen negativa del peronismo como un espacio donde la ética y la transparencia son sacrificadas en aras de la conveniencia política.

Frente a esta situación, Ayala propone un cambio de rumbo basado en la elaboración de propuestas concretas para las organizaciones sociales, la transparencia en el manejo de la cosa pública y la generación de empleo. Su énfasis en el apoyo a las PyMEs y a los emprendedores, así como en la reactivación del aparato productivo, revela una visión más pragmática y orientada al desarrollo económico sostenible, alejándose de la dependencia excesiva en la obra pública. Este enfoque se alinea con la necesidad urgente de diversificar la economía de la provincia y generar oportunidades reales para los ciudadanos, especialmente para aquellos que se sienten marginados y excluidos del sistema.

Sin embargo, la crítica más profunda de Ayala se centra en la falta de autocrítica y la resistencia a la renovación dentro del peronismo. Su llamado a la realización de elecciones internas es un intento de democratizar el proceso de toma de decisiones y permitir que los diferentes espacios dentro del partido expresen sus opiniones y propuestas. La acusación de que Capitanich «ignora nuevamente la rosca, el apriete y la prepotencia» sugiere un estilo de liderazgo autoritario y poco dispuesto a escuchar las voces disidentes.

La conclusión de Ayala es contundente: si Capitanich no entiende la necesidad de reconstruir y renovar el peronismo, será necesario que los diferentes espacios políticos se separen y compitan por separado. Esta amenaza de ruptura interna refleja la profunda división que atraviesa el partido y la dificultad de encontrar un terreno común para la reconstrucción y la unidad. La analogía final, «los únicos se juntan por la tonada son los cantores», sugiere que la unidad forzada y superficial no es suficiente para superar las diferencias ideológicas y las ambiciones personales que dividen al peronismo.

En definitiva, la crítica de Juan Carlos Ayala a Jorge Capitanich no es simplemente un ataque personal o una manifestación de resentimiento político. Representa una profunda reflexión sobre los desafíos que enfrenta el peronismo en Chaco, la necesidad de una autocrítica honesta y la urgencia de un cambio de rumbo que priorice la transparencia, la participación ciudadana y el desarrollo económico sostenible. El futuro del peronismo en Chaco dependerá de su capacidad para escuchar estas críticas, aprender de los errores del pasado y construir un proyecto político que responda a las necesidades y aspiraciones de todos los ciudadanos. La discusión sobre las propuestas para un «nuevo Chaco de producción y generación de empleo» que Ayala plantea es crucial para superar la actual crisis de confianza y reconstruir un futuro más próspero y equitativo para la provincia. Sin embargo, para que esta discusión sea fructífera, deberá ser abierta, inclusiva y basada en el respeto mutuo, superando la «rosca», el «apriete» y la «prepotencia» que, según Ayala, han caracterizado la gestión de Capitanich. La reconstrucción del peronismo, y la recuperación de la confianza del electorado, exigen un cambio profundo de actitud y una nueva forma de hacer política.