Se comercializan como impulsores del rendimiento, pero su uso frecuente en menores puede generar trastornos físicos y emocionales. El consumo de bebidas energéticas entre adolescentes y jóvenes adultos creció de forma sostenida en los últimos años. Estas bebidas, que suelen contener altas dosis de cafeína, taurina, azúcares y otros estimulantes, prometen mejorar…
