El presidente estadounidense aseguró que no planea reunirse “por un tiempo” con el primer ministro canadiense luego de que una campaña financiada por Ontario criticara su política arancelaria
Tras la reciente polémica en torno a un anuncio televisivo de Ontario que criticaba los aranceles estadounidenses, Donald Trump afirmó que no planea reunirse “por un tiempo” con el primer ministro canadiense Mark Carney, descartando así cualquier acercamiento inmediato para resolver las tensiones comerciales. La disputa se intensificó después de que Trump suspendiera las negociaciones sobre los aranceles la semana pasada, reacción que se generó cuando se emitió el anuncio durante las transmisiones estadounidenses de la Serie Mundial.
El presidente estadounidense, durante una conversación con periodistas a bordo del Air Force One, dejó clara su posición: “No quiero reunirme con él. No, no me reuniré con ellos por un tiempo. Estoy muy satisfecho con el acuerdo que tenemos ahora con Canadá. Vamos a dejarlo como está”, indicó Trump el lunes, según recogieron los medios. Esta negativa se produce a pesar de la insistencia de Carney en que ambas partes estaban cerca de un acuerdo para reducir los impuestos a los metales.
El sábado, Trump anunció que impondría un incremento del 10% a los aranceles de importación sobre productos procedentes de Canadá debido al aviso público, el cual utilizó fragmentos del ex presidente estadounidense Ronald Reagan haciendo críticas a los aranceles. Doug Ford, el primer ministro de Ontario, accedió a dejar de emitir el anuncio después del fin de semana, pero ello no calmó la molestia de Trump, quien consideró que Carney debió actuar con mayor rapidez y retirar de inmediato la publicidad.
En declaraciones posteriores, Carney reconoció que desde la suspensión de las negociaciones no había mantenido comunicación directa con Trump. “Estamos listos para sentarnos cuando ellos estén listos para hacerlo”, aseguró el primer ministro canadiense, subrayando que había habido “un progreso considerable en las áreas de acero, aluminio y energía”, hasta el punto de estar intercambiando borradores de términos. Señaló el carácter exhaustivo y detallado de las discusiones anteriores, y sostuvo que, pese a la tensión política, su gobierno se mantendría predispuesto a retomar las conversaciones: “En cualquier negociación complicada y de alto riesgo, pueden surgir giros inesperados, y hay que mantener la calma en esas situaciones”, remarcó Carney.
Actualmente, Canadá afronta un arancel base del 35% impuesto por Estados Unidos; sin embargo, gracias a las exenciones del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (T-MEC), la mayoría de productos canadienses se ve excluida de dicha tasa. Estados Unidos añade a esto gravámenes sectoriales: los productos de acero y aluminio canadienses están afectados por un arancel del 50% sobre metales extranjeros, y los automóviles y camiones fabricados en Canadá solo acceden parcialmente a la exención del 25% que Washington aplica a la mayoría de los vehículos extranjeros.
Sobre la posible fecha de entrada en vigor del nuevo arancel anunciado, Trump dijo: “Ya veremos”, sin proporcionar detalles adicionales, algo que fue confirmado por Carney, quien manifestó que su gobierno tampoco había recibido información complementaria sobre la medida. Trump añadió que la financiación provincial y no federal del polémico anuncio no alteró su postura: “El primer ministro lo sabía, todos lo sabían”, sentenció el presidente estadounidense al explicar su respuesta a la situación.
(Con información de Bloomberg)
