Directivos como Bill Gates y Eric Yuan apuestan por la reducción de jornadas mientras empresas y países exploran el impacto de la IA en productividad y bienestar laboral
La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el mundo laboral ha instalado una mezcla de preocupación y expectativa. Mientras una parte importante de la sociedad observa con recelo el avance de los algoritmos (temiendo la sustitución de empleos y una posible crisis de desempleo), otros actores de peso en la industria han comenzado a destacar una oportunidad inédita: redefinir no solo cómo se trabaja, también cuántos días a la semana es necesario hacerlo.
En este debate ha intervenido nombres como el de Bill Gates, cofundador de Microsoft y uno de los visionarios que desde hace décadas anticipa un escenario laboral radicalmente distinto, donde la IA permita reducir la semana laboral a solo tres días.

La propuesta, que parecía utópica, suma cada vez más partidarios a medida que la expansión de sistemas inteligentes impacta en millones de puestos de trabajo en todo el mundo.
Debate entre el apocalipsis y la prosperidad laboral por la IA
La industria tecnológica se encuentra dividida ante las perspectivas que abre la inteligencia artificial. Dario Amodei, CEO de Anthropic, advirtió sobre la posibilidad de un apocalipsis laboral que dejaría a millones de trabajadores fuera del mercado.
Frente a esa visión, Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, sostiene el extremo opuesto: para él, la IA inaugurará una era de abundancia sin precedentes en la historia, capaz de liberar tiempo y energía para que las personas lo inviertan en bienestar y desarrollo personal.
En el centro de la escena global, estas posturas subrayan tanto el reto como el potencial de la automatización. Los defensores de una reducción de la jornada argumentan que, lejos de eliminar todos los empleos, la inteligencia artificial podría transformar la productividad de tal modo que las tareas rutinarias o altamente programables requieran menos intervención humana.

Este salto tecnológico permitiría disminuir la carga semanal de trabajo sin sacrificar producción ni competitividad.
Propuestas por la semana laboral de tres días
Uno de los más entusiastas con esta posibilidad es Eric Yuan, CEO de Zoom. El directivo sostiene que, con la llegada de la inteligencia artificial, trabajar cinco días a la semana dejará de ser la norma.
“Creo que si la IA puede mejorar nuestras vidas, ¿por qué necesitamos trabajar cinco días?”, afirmó. Yuan considera inevitable que las empresas comiencen a adoptar jornadas de tres o cuatro días, lo que liberará tiempo para los empleados y abrirá paso a nuevas formas de organización profesional.
El fenómeno ya se prueba en la práctica. Países europeos como Islandia, Bélgica y Reino Unido experimentan modelos de jornada semanal reducida. En España, la idea empieza a tomar fuerza. Para Estados Unidos, habituado a una fuerte tradición de trabajo presencial, sería una transformación sin precedentes.

Beneficios de una jornada laboral reducida
El cambio de paradigma no es solo teórico. Exos, una firma estadounidense dedicada al coaching de rendimiento, implementó jornadas laborales más cortas y rápidamente evidenció los beneficios: el agotamiento de los empleados se dividió por la mitad y la productividad aumentó un 24 %. Estos primeros resultados sostienen el argumento a favor de la eficiencia y el bienestar como motores del debate.
A pesar de ello, los líderes empresariales reconocen desafíos. Las jornadas cortas serían fáciles de aplicar en empleos altamente automatizables, como la administración o la programación, pero más difíciles de trasladar a tareas creativas, físicas o de atención directa al público. El propio Yuan resalta la necesidad de encontrar equilibrio y de gestionar nuevos perfiles de responsabilidad, como los supervisores de agentes digitales generados por IA.
La predicción de Bill Gates: menos trabajo para una vida más plena
Bill Gates anticipó hace décadas lo que hoy empieza a convertirse en realidad. Ya en los años setenta y ochenta, el empresario consideraba que la innovación permitiría reducir la carga horaria y liberar a las personas para que dedicaran ese tiempo a otros intereses.

“¿Cómo serán los trabajos? ¿Deberíamos trabajar solo dos o tres días a la semana? Si lo analizamos en perspectiva, el propósito de la vida no es solo trabajar”, reflexionó en una entrevista con Jimmy Fallon en The Tonight Show.
Otros líderes, como Jensen Huang de Nvidia, también respaldan la idea de que la semana de cinco días puede quedar atrás. En esta tendencia coinciden en que la inteligencia artificial no solo transformará los procesos laborales, también el propio sentido que tienen el empleo y la productividad.
El desafío para gobiernos, empresas y trabajadores será tomar decisiones que fomenten las oportunidades y minimicen los efectos adversos, en una transformación sin precedentes hacia la semana laboral de solo tres días.